martes, 10 de abril de 2007

Diacronía y Sincronía.

Sincronía y diacronía:

Se define comúnmente este término como una coincidencia de hechos o fenómenos en el tiempo. Y algunos diccionarios remiten dicho término a una categoría propia de la lingüística propuesta por Ferdinand de Saussure. Por tanto, no podemos dejar de lado esta categoría pues corremos el riesgo de abordar un tanto superficialmente el término que nos ocupa.
Saussure dice pues que, la sincronía corresponde a “las relaciones entre cosas coexistentes donde toda intervención del tiempo queda excluida.” Sin embargo lo anterior sólo opera a nivel lingüístico porque dentro de esta disciplina se hace imprescindible una diferenciación entre dos ejes de un mismo fenómeno; el de la lengua.
Para el caso de los demás fenómenos históricos, la definición saussureana de sincronía vale solamente mientras no excluya lo temporal, pues precisamente lo sincrónico es en función del tiempo. Es decir, no es posible separar la circunstancias que condicionan un hecho cualquiera, de sus condicionamientos históricos.
Un fenómeno debe ser entendido en los propios términos que lo producen y esto nos remite a un estado estático de las cosas, a un presente en el que aparentemente la cuestión temporal está solamente como referencia; sólo es un momento.
Éste momento es el que vale para el estudio de un determinado suceso histórico, abordamos un determinado presente debido a que en él se contempla una serie de relaciones con otros fenómenos que coexisten con ellos. Los fenómenos sincrónicos necesariamente tienen que estar relacionados para coexistir en un mismo horizonte temporal, no obstante las relaciones más bien se dan dentro de un espacio determinado y sus límites son culturales.
Sin embargo, no podemos olvidar que cada época, cada momento, cada suceso es producto de una sucesión de acontecimientos previos, esta consideración nos permite introducir aquí el término de diacronía y no podemos definirlo sin habernos referido a la sincronía.
Diacronía es entonces, la manera en que los fenómenos o acontecimientos se suceden unos a otros. Pero las relaciones entre los acontecimientos se dan en un determinado lugar y tiempo, es aquí donde entran en juego lo sincrónico y lo diacrónico: una época se define por determinadas características que se dan en un lugar y una fecha determinada, sin embargo una periodización o una época no valen para todo lugar. En América no existe un equivalente a la edad media en Europa, no obstante que en los dos continentes se produjeron fenómenos sociales a un mismo tiempo. Éstos hechos son diacrónicos por su desarrollo en el tiempo y pero no sincrónicos por su simultaneidad puesto que cada cual obedece a diferente orden y por ello pueden estudiarse uno al margen del otro mientras no existan relaciones culturales; son desarrollos separados y distintos pero que se dan al mismo tiempo. Lo sincrónico no es lo que sucede al mismo tiempo, sino lo que es similar dentro de un mismo horizonte temporal.

Diacronía y sincronía. (Nivel bachillerato)

Diacronía y sincronía son los dos ejes fundamentales que debemos tener en cuenta para comprender mejor el desarrollo histórico de la humanidad.
La diacronía es la forma en que los acontecimientos ocurren a lo largo del tiempo, es decir una sucesión. Pongamos como ejemplo las distintas épocas de la humanidad: a la Antigüedad sigue la Edad Media, a ésta el Renacimiento etc.; tienen un sentido evolutivo, pero no por ello se debe entender que una época cualquiera es mejor que la época pasada; sería más acertado decir que son diferentes pero que se relacionan de alguna u otra manera.
Con relación a las distintas épocas, es necesario aclarar que no podemos utilizarlas para cualquier lugar; la historia se desarrolla en tiempo y espacio (en un aquí y un ahora), por lo tanto un período de la humanidad sólo abarca un determinado lugar. Tomemos como ejemplo la Edad Media: sólo podemos hablar sobre la Edad Media si nos referimos a Europa. Podemos tomar una fecha cualquiera entre el s. VI y el s. XV y comparar los acontecimientos que sucedían tanto en Europa como en América y nos daremos cuenta que son de un orden muy distinto y que no guardan una relación aparente (bueno, por lo menos hasta lo que comúnmente denominamos como el descubrimiento de América.) La única relación que existe entre ellos es que son simultáneos. Suceden al mismo tiempo pero están en un diferente espacio geográfico.
Si dentro de estos espacios existieran fenómenos parecidos podríamos considerarlos como fenómenos sincrónicos pues la sincronía es una coincidencia de hechos. Esto no quiere decir que los hechos simultáneos sean diacrónicos, tienen que ser parecidos, por ejemplo el trabajo: es diacrónico porque se ha desarrollado a lo largo de las diferentes etapas históricas y es sincrónico porque ha existido al mismo durante las mismas épocas en distintos lugares.

Diacronía y sincronía (nivel básico)

Cuando es viernes y salimos de la escuela para disfrutar del fin de semana, a veces, recordamos todo lo que hemos hecho en la semana y nos damos cuenta de que hemos pasado de lunes a viernes yendo a la escuela y haciendo muchas cosas más.
De lo que no nos damos cuenta a veces, es que, mientras nosotros estamos en clase –poniendo o no atención; molestando al prójimo o tal vez durmiendo- otras personas están haciendo lo mismo que nosotros.
El tiempo no corre sólo para nosotros, mientras que realizamos alguna actividad otras personas en otros lugares hacen cosas distintas, tal vez lo mismo o tal vez no hacen nada, pero siempre hay cosas que pasan en otros lugares mientras nosotros hacemos algo.
Todo lo que hacemos durante la semana se desarrolla a lo largo de cierto tiempo (lo que dura la semana): vamos a la escuela el lunes y hacemos tarea para el martes y así pasamos los días. Esta manera en que se desarrollan nuestras actividades a lo largo del la semana podemos llamarla diacronía, porque la diacronía son las cosas que pasan en el transcurso del tiempo (lo que sucede en la semana, en el mes, en el año).
Ahora bien, aquello que hacen las demás personas que es similar a lo que nosotros hacemos se llama sincronía porque sincronía no es otra cosa que la coincidencia de hechos en un mismo tiempo. Pero no todo lo que sucede al mismo tiempo es sincrónico, la gente hace miles de cosas distintas mientras nosotros hacemos algo.
Si recordamos la línea del tiempo con la que se nos enseña historia podemos darnos cuenta que existe un desarrollo desde los primeros hombres hasta la época en que vivimos.
Un hecho sigue a otro y a este otro le sigue otro y así sigue la línea. Ésta forma de ordenar los hechos la podemos entender como diacronía. Pero no podemos considerar como sincronía lo que sucede en Europa y lo que sucede en México dentro de esta línea de tiempo porque no suceden cosas parecidas. Una cosa que si es parecida y que tiene que ver con la sincronía es el habla: tanto en Europa como en Asia, como en América aunque en diferentes idiomas se hablaba algo a partir de cierta fecha, y también podemos ver a la escritura de la misma forma. Si no se inició la escritura al mismo tiempo en todas las culturas, llegó un momento en que en distintos lugares ya estaba desarrollada la escritura, y se llevaba a cabo al mismo tiempo; alguna gente en una misma época, aunque en otro país y en otro idioma escribía algo. Por ejemplo, un chino y un español escriben diferente, pero los dos saben escribir, no importa que no escriban lo mismo, mientras escriban en una misma época, podría ser el año 1500 o el 2000; el hecho de que escriban es un hecho sincrónico.
La diacronía y la sincronía son dos cosas que se encuentran en el desarrollo de la humanidad y por ello es importante que las tengamos en cuenta para tratar de comprender como sucedían las cosas pasadas.
Bibliografía:

Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Saussure, Ferdinand de. Curso de lingüística general. Edición de Charles Bally y Albert Sechehaye, colaboración de Albert Riedlinger. Traducción y notas de Mauro Armiño. 12ª ed. México: Distribuciones Fontamara, 1998. (Colección Fontamara, 25)

No hay comentarios: